La Iglesia Maronita celebra después de la Navidad la fiesta de las Felicitaciones a la MADRE DE DIOS.

En este día ofrecemos nuestras más sinceras felicitaciones a Nuestra Señora, la Virgen María, Purísima Madre de nuestro Señor Jesucristo, el Verbo Encarnado, y por las sublimes virtudes que se le otorgaron, colocándola por encima de las criaturas celestiales y terrenales, porque se convirtió en Madre de Dios y al mismo tiempo en madre de nosotros, los miembros de Jesús en su cuerpo místico, que es la Iglesia.

Qué hermoso es lo que dijo de ella San Ignacio, Mártir, Patriarca de Antioquía: “¿Qué verdadero cristiano no desea dirigirse a la que es Hija del Padre, la Madre del Hijo y la Esposa del Espíritu Santo? Ella nació siendo virgen, fue amamantada siendo virgen, y fue llamada madre siendo virgen.

Así como su hijo es gobernante de los cielos y de la tierra, así también, siendo ella su madre, ella es la reina de los cielos y de la tierra, y por eso es protectora de los cristianos, sostén de la fe, torre de la esperanza, puerto del amor, guía a la perfección, cilindro de la vida cristiana y de la pureza.

El sacerdocio, la integridad de las órdenes monásticas, la sabiduría de los eruditos, la elección de los presidentes, la seguridad de los reyes, el conquistador de enemigos visibles e invisibles, el intercesor de los pecadores, el consuelo de los pobres, de las viudas y de los huérfanos, el pensamiento y conservación de las vírgenes, alegría de los afligidos y tristes, tesoro del que saca todo necesitado. Acerquémonos a ella, pidiéndole su sustento, pero adorándola con verdadero culto. Que sea nuestra intercesora en la hora de nuestra muerte, amén.

Fuente: maronitas.org