SINAXARIÓN
DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA
k | Noviembre 25
SAN PONCIANO, PAPA Y MÁRTIR (♰ 235)
San Ponciano es el Papa (230-235) que sigue a Urbano I y precede a Antero. Ocupó la sede de Pedro por cinco años. Su pontificado está lleno de diatribas doctrinales entre cristianos porque, por una parte, habían proliferado las herejías y, por otra, estaba muy sensible el ambiente entre los creyentes en cuanto al modo de tratar a los cristianos que habían cometido pecados graves y quienes, en tiempo de persecución, habían disimulado o renegado de la fe, ofreciendo incienso a los ídolos. Aún se vivía en período de persecución por parte de los poderes civiles.
Se desconocen las fechas de nacimiento y muerte. El “Liber Pontificalis” (ed. Duchesne, I, 145) da a Roma como su ciudad natal y llama a su padre Calpurnius. Con él comienza la breve crónica de los obispos Romanos del siglo tercero, de la cual hizo uso el autor del Catálogo Liberiano de los papas en el siglo cuarto y que da datos más exactos sobre la vida de los papas.
Según este informe Ponciano fue hecho papa el 21 de Julio del 230 y reinó hasta el 235. El cisma de Hipólito continuó durante su episcopado; hacia el final de su pontificado hubo una reconciliación entre el grupo cismático y su líder con el obispo Romano. Después de la condenación de Orígenes en Alejandría (231-2), se celebró en Roma un sínodo, de acuerdo a Jerome (Epist. XXXII, iv) y Rufino (Apol. contra Hieron., II, xx), que estuvo de acuerdo con las decisiones del sínodo de Alejandría contra Orígenes; sin duda este sínodo fue celebrado por Ponciano (Hefele, Konziliengeschichte, 2nd ed., I, 106 sq.). En 235, en el reinado de Maximino el Tracio comenzó una persecución dirigida principalmente contra las cabezas de la Iglesia. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, quien con Hipólito fue desterrado a la malsana isla de Cerdeña. Para hacer posible la elección de un nuevo papa, Ponciano renunció el 28 de Septiembre de 235, dice el Catálogo Liberiano “discinctus est”.
Consecuentemente, Anteros fue elegido en su lugar. Poco antes de esto o poco después Hipólito, quien había sido desterrado con Ponciano, llegó a reconciliarse con la Iglesia Romana, y con esto terminó el cisma que él había ocasionado. Qué tanto tiempo soportó Ponciano los sufrimientos del exilio y el duro trato en las minas de Cerdeña es desconocido. De acuerdo con antiguos y ya inexistentes Actos de mártires, utilizados por el autor del “Liber Pontificalis”, murió como consecuencia de las privaciones y el inhumano trato que había tenido que soportar. El Papa Fabián (236-50) había llevado a Roma los restos de Ponciano e Hipólito en fecha posterior y Ponciano fue sepultado el 13 de Agosto en la cripta papal de la Catacumba de Calixto.
Otros Santos para hoy
SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, MÁRTIR (s IV)
Hoy la Iglesia Maronita conmemora a santa Catalina de Alejandría, mártir, que, según la tradición, fue una virgen de Alejandría dotada tanto de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. Su cuerpo se venera piadosamente en el célebre monasterio del monte Sinaí.Virgen y mártir cuya fiesta se celebra en la Iglesia Latina y en varias Iglesias Orientales el 25 de noviembre y que durante casi seis siglos fue objeto de una devoción muy popular.
"¡Señor Jesús, te suplico me escuches, a mí y a cuantos a la hora de su muerte, recordando mi martirio, invoquen tu nombre!", dijo Santa Catalina de Alejandría antes de morir y después de convertir a muchos eruditos romanos, según señala la tradición.
Según la Parroquia, Santa Catalina de Alejandría de Madrid, España, la Santa fue hija del Rey Costo y desde muy pequeña estudió las artes liberales. Más adelante quedó huérfana y el César Maximino por el 310 ordenó que se ofrecieran sacrificios a los dioses, castigando duramente a los que se rehúsaban.
Santa Catalina se presentó ante Maximino y debatió con él sobre el creador del mundo y las leyes que lo rigen. El César, impresionado por su belleza y sabiduría, mandó a llamar secretamente a los más sabios del imperio.
Catalina se aferró a la oración y los eruditos no sólo quedaron atónitos con los argumentos irrebatibles de la joven, sino que incluso se convirtieron al cristianismo.
El tirano entró en cólera y los condenó a la hoguera. Luego Maximino le propuso a Catalina ser su primera dama, pero ella lo rechazó. Por lo que fue azotada y encerrada en un calabozo sin comer.
La emperatriz y el general Porfirio quedaron sorprendidos al ver la prisión iluminada por los ángeles que le curaban las heridas a Santa Catalina, quien les habló de la doctrina cristiana y los convirtió, junto a muchos soldados.
El César esta vez le propuso ser reina, pero la Santa eligió seguir consagrada a Cristo y rechazó ofrecer sacrificios a dioses paganos. Entonces los prefectos del emperador idearon unas ruedas con clavos y cuchillas para matarla, pero la Catalina oró y la máquina saltó en mil pedazos. Algunas historias señalan que se destruyó por un rayo.
La emperatriz recriminó al emperador por su crueldad, quien molesto ordenó que le arrancaran de cuajo los pechos y le cortaran la cabeza. El general Porfirio enterró el cuerpo y fue ante Maximino para decírselo. Allí reconoció que él también era cristiano, así como la mayoría de los presentes. El tirano, ciego de ira, mandó a degollar a todos.
El César intentó otra vez seducir a Catalina y le ofreció compartir el trono, pero fue nuevamente rechazado. De esta manera, Catalina fue condenada a muerte. Una espada cercenó su cabeza y los ángeles trasladaron su cuerpo al Monte Sinaí.
En ese lugar, donde Moisés habló con Dios en la zarza ardiente, en el siglo IV, la emperatriz Helena mandó construir una capilla. Dos siglos más tarde, el Emperador Justiniano erigió el Monasterio de Santa Catalina, considerado el monasterio cristiano más antiguo del mundo.
En la biblioteca se custodia un escrito de Mahoma que ofrece protección al recinto ya que él fue acogido en el Monasterio para que escapara de sus enemigos. En el 2000, San Juan Pablo II inició allí su peregrinaje jubilar por Tierra Santa.