Con motivo de la Navidad, el Papa Francisco ha enviado un mensaje de saludo a Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai, Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente.
Publicación y traducción al español por Maronitas.org con autorización de Mons. Georges Saad Abi-Younes, Eparca Maronita de México y cortesía del Patriarcado Maronita.
VATICANO, 24 DE DICIEMBRE DE 2020
A Su Beatitud,
Bechara Pedro cardenal Rai
Patriarca de Antioquía de los maronitas,
y presidente del Consejo de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano
A usted, Beatitud, y a través suyo a todos los libaneses, sin distinción de confesiones o afiliaciones religiosas, me gustaría dirigir unas palabras de apoyo y aliento, con motivo de la celebración del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, Príncipe de la Paz.
Queridos hijos e hijas del Líbano:
Mi dolor es grande cuando veo el sufrimiento y la angustia que sofocan el espíritu de iniciativa y vivacidad innatas de la tierra de los Cedros. Lo que más duele es ver secuestradas todas las más sentidas esperanzas de vivir en paz y de seguir siendo para la historia y para el mundo un mensaje de libertad y un testimonio de buena convivencia.
Yo, que comparto con ustedes toda la alegría desde el fondo de mi corazón, así como cada una de sus penas, siento hoy, en lo más profundo de mi alma, el horror de sus pérdidas, sobre todo cuando pienso en tantos jóvenes a los que se les ha quitado toda esperanza de un futuro mejor.
Sin embargo, en este día de Navidad, “el pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz” (Is 9, 1). Es la luz que calma los miedos y derrama en todos la esperanza segura de que la Providencia nunca desamparará al Líbano, y sabrá cómo transformar incluso este dolor en bien.
La Sagrada Escritura menciona al Líbano muchas veces, pero la imagen que nos da el salmista destaca por encima de todas: “El justo florecerá como palmera, y crecerá como cedro del Líbano” (Sal 91, 13).
La grandeza del cedro en la Biblia es un símbolo de fortaleza, estabilidad y protección. El cedro es el símbolo del justo que, enraizado en el Señor, refleja belleza y bienestar, y que, también en la vejez, se eleva y da abundantes frutos. En estos días, el Emmanuel –el «Dios con nosotros»– se nos acerca y camina a nuestro lado. Confíen en su presencia y en su fidelidad. Como el cedro, diríjanse a lo más profundo de sus raíces de convivencia para volver a ser un pueblo solidario. Así como el cedro es indomable en medio de las tormentas, aprovechen los vaivenes actuales de las circunstancias para redescubrir su identidad, la identidad de quienes llevan al mundo entero el perfume del respeto, la convivencia y el pluralismo. Es la identidad de un pueblo que no abandona sus hogares ni su herencia; es la identidad de un pueblo que no renuncia al sueño de quienes han creído en el futuro de un país bello y próspero.
Desde este punto de vista, hago un llamamiento a los líderes políticos y religiosos, tomando prestado este pasaje de una de las cartas pastorales del venerable Patriarca Elías Pedro Hoayek: “Ustedes, oh gobernantes (...), son los jueces de la tierra, son los representantes del pueblo, que viven en nombre del pueblo (...), están obligados, en su capacidad oficial y de acuerdo con sus responsabilidades, a perseguir el interés público. Su tiempo no está dedicado a sus intereses, y su trabajo no es para ustedes, sino para el Estado y la nación que representan”.
Por último, mi afecto al querido pueblo libanés, al que pienso visitar lo antes posible, junto con la constante solicitud que ha animado la acción de mis predecesores y de la Sede Apostólica, me empuja a dirigirme una vez más a la comunidad internacional. Ayudemos al Líbano a mantenerse al margen de los conflictos y tensiones regionales. Ayudémoslo a salir de la crisis aguda y a recuperarse.
Queridos hijos e hijas del Líbano:
Levanten los ojos en la oscuridad de la noche. Que la Estrella de Belén sea una guía y un aliento para que entren en la lógica de Dios, y así no equivoquen el camino ni pierdan la esperanza.
S.S. Francisco
Texto original
الفاتيكان ، 24 ديسمبر 2020
إلى صاحب الغبطة،
الكاردينال مار بشارة بطرس الرّاعي،
بطريرك انطاكية للموارنة،
ورئيس مجلس البطاركة والأساقفة الكاثوليك في لبنان
إليكم يا صاحب الغبطة، ومن خلالكم إلى جميع اللّبنانيّين، بدون تمييز بين الطّوائف أو الإنتماء الدّينيّ، أودّ أن أوجّه بعض كلمات المساندة والتّشجيع، بمناسبة الاحتفال بميلاد ربّنا يسوع المسيح، أمير السّلام.
أيّها الأحبّاء أبناء لبنان وبناته،
كبيرٌ ألمي عندما أرى الوجع والقلق الذي يخنق روح المبادرة والحيويّة التي فطرت عليها بلاد الأرز. وما يؤلم بالأكثر هو اختطاف كلّ الآمالِ الغالية بالعيش بسلام، وبالبقاء للتّاريخ وللعالم، رسالة حريّة وشهادة للعيش الكريم معًا. وأنا، الذي أشارككم من صميم القلب كلّ فرح، كما أشارككم كلّ خيبة، أشعر اليوم، في عمق نفسي، بهول خساراتكم، خصوصًا عندما أفكّر بالكثير من الشّباب الذين انتُزع منهم كلّ أمل بمستقبلٍ أفضل.
ولكن، في يوم الميلاد هذا، "الشَّعبُ السَّالك في الظُّلمَةِ أَبصَرَ نورًا عَظيمًا" (أش 9: 1). إنّه النّور الذي يهدّئ المخاوف ويسكب في كلّ فرد الرّجاء الأكيد أنّ العناية لن تترك لبنانَ أبدًا وتعرف كيف تحوّل هذا الحزن أيضًا إلى خير.
يذكر الكتاب المقدّس لبنان مرّات عديدة، ولكن تتفوّق عليها جميعًا الصّورة التي يقدّمها لنا صاحب المزامير: "الصدّيق كالنّخل يزهر، وكأرز لبنان ينمو" (مز 91، 13).
إنّ عظمة الأرز في الكتاب المقدّس هي رمز الثّبات والاستقرار والحماية. الأرز هو رمز الصّدّيق الذي، من خلال تجذّره في الرّبّ، يعكس جمالاً وهناءً، والذي، أيضًا في الشّيخوخة، يرتفع عاليًا ويعطي ثمارًا وفيرة. في هذه الأيّام، يصبح عمّانوئيل، الله معنا، قريبًا لنا، ويسير إلى جانبنا. ثِقوا بحضوره، وبأمانته. مِثلَ الأرز، استَقوا من أعماقِ جذورِ عيشكم المشترك، لكي تصيروا مجدّدًا شعبًا متضامنًا؛ ومِثلَ الأرز، الذي لا تقهره العواصف، هلّا استطعتم الاستفادة من تقلّبات الظّروف الحاليّة لإعادة اكتشاف هويّتكم، هويّة الذين يحملون إلى العالم بأسره شذا الاحترام، والعيش معًا والتّعدّديّة. إنّها هوية شعب لا يترك بيوته وميراثه؛ إنّها هويّة شعب لا يتنازل عن حلم الذين آمنوا بمستقبل بلدٍ جميلٍ ومزدهرٍ.
من هذا المنطلق، أناشد الزّعماء السياسيّين والقادة الرّوحيّين، مستعيرًا هذا المقطع من إحدى الرّسائل الراعويّة للمكرّم البطريرك الياس الحويك: "أنتم أيّها المسلّطون (...)، أنتم يا قضاة الأرض، أنتم يا نوّاب الشّعب، الذين تعيشون نيابة عن الشّعب، (...)، أنتم مُلزَمون، بصفتكم الرّسميّة ووفقًا لمسؤوليّاتكم، أن تسعوا وراء المصلحة العامّة. وقتكم ليس مكرّسًا لمصالحكم، وشغلكم ليس لكم، بل للدّولة وللوطن الذي تمثّلونه".
ختامًا، إنّ محبّتي للشّعب اللّبنانيّ الغالي، الذي أنوي زيارته في أقرب فرصة ممكنة، إضافة إلى الاهتمام الدّائم الذي حرّك عمل أسلافي وعمل الكرسيّ الرّسوليّ، تدفعني للتّوجّه مجدّدًا إلى المجتمع الدّوليّ. فلنساعد لبنان على البقاء خارج الصّراعات والتّوتّرات الإقليميّة. فلنساعده على الخروج من الأزمة الحادّة وعلى التّعافي.
أيّها الأحبّاء أبناء لبنان وبناته،
إرفعوا نظركم في ظلام اللّيل. ولتكن لكم نجمةُ بيتَ لحمَ دليلاً ومشجّعًا للدّخول في منطق الله، وحتى لا تُضلّوا الطّريق ولا تفقدوا الرّجاء."
فرنسيس
Comments